" terapia-cancer. Org"
" filgastrin"
"Corría el año 2005 en España cuando un grupo de investigadores comprobaron en pruebas de laboratorio una nueva forma de detener tumores cancérigenos sólidos. Antonio Brú y su equipo descubrieron que inyectando una sobre elevada dosis durante 8 semanas de un estimulante de un tipo de glóbulos blancos denominado neutrófilos, se conseguía que los neutrófilos rodearan y necrosaran el tumor sólido haciéndolo desaparecer. Realizaron pruebas en cobayas y en varias personas mostrando unas enorme posibilidades de éxito muy esperanzadoras para millones de personas. El estimulante empleado se denominaba Filgrastim existiendo varias marcas farmacéuticas que lo comercializaban legalmente, una de ellas bajo el nombre de NEUPOGEN. Curiosamente, precisamente en España no se puede adquirir en farmacias sin una autorización especial de la Agencia Española del Medicamento quien, por supuesto, no lo autoriza para estos menesteres.
Antonio Brú, profesor de matemática aplicada en la Universidad Complutense de Madrid
Antonio Brú fue proyectado entusiasmado en numerosos medios de comunicación como una bomba que dinamitaba directamente la línea de flotación de los inútiles y perniciosos tratamientos oncológicos oficiales existentes. Rápidamente, varios de los esbirros de la FARMAFIA disfrazados bajo el nombre de oncólogos de alto nivel, salieron al contra ataque para desacreditar el potencial de esta nueva posible vía de cura argumentando, como siempre, que no existen estudios realizados. Obviamente, no hay estudios porque ellos mismos no permiten que se realicen.
Muchas personas enfermas de cáncer y desahuciadas por el inútil sistema farmacomédico actual solicitaron formalmente por escrito tratamientos de uso compasivo con este medicamento tal y como la ley contempla en estos casos que no tienen nada ya que perder. La respuesta oficial también por escrito a numerosas personas desahuciadas de las autoridades competentes españolas fue reiteradamente la misma: TRATAMIENTO DE USO COMPASIVO DENEGADO.
A fecha de hoy, estas personas, algunas muy jóvenes, están bajo tierra tras habérseles negado oficialmente la oportunidad de tener una esperanza de salvar su vida. La semilla que sembró Antonio Brú ha desaparecido del mapa y todo su equipo de trabajo se ha volatilizado. El que suscribe estas líneas conoció personalmente a Antonio Brú en esas fechas en su despacho de la Universidad Complutense de Madrid, tras varias semanas de contacto en las que Antonio Brú se ofreció gentilmente para tratar de ayudar a una persona enferma muy cercana a quien escribe, sin embargo, nos fue imposible salvar la vida de Ana luchando contra este corrupto y decrépito sistema en el que vivimos. La Agencia Española del Medicamento denegó oficialmente y por escrito el tratamiento de uso compasivo con NEUPOGEN a Ana, los documentos que lo demuestran están en propiedad de la familia. Se cumple ahora el aniversario del fallecimiento de Ana y los que seguimos aquí no olvidamos y jamás permitiremos que la muerte injusta de nuestros seres queridos haya sido en vano."