El debate en torno a la educación ha ganado espacio creciente en las últimas décadas, pero mucho más aún la producción científica centrada en la evaluación y mejora de la calidad.
Google ha puesto el 19 de noviembre el código fuente de su sistema operativo Chrome OS a disposición de la comunidad de desarrolladores de código abierto.
Según el calendario de Google, los primeros PC operados con Chrome OS estarán disponibles durante el segundo semestre de 2010.
YouTube ha incorporado a su creciente gama de utilidades una función beta de subtitulado automático, ventajosa para usuarios con discapacidad auditiva y para quienes no entienden con facilidad idiomas extranjeros hablados.
Uso de catálogos de otras bibliotecas: Como un apoyo para las tareas de catalogación y clasificación nuestras bibliotecas generalmente utilizan el National Union Catalog (NUC) de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Este catálogo nos proporciona la ficha bibliográfica de todas las obras que han sido procesadas en la biblioteca mencionada. Estas fichas contienen todos los elementos catalográficos y el registro bibliográfico, aunque los temas aparecen en inglés, por lo que la labor de bibliotecario es similar a la mencionada al utilizar catalogación-en la publicación, es decir, traducción de temas, unificación de asientos, adaptación de la catalogación descriptiva y adecuación del número de Cutter del autor.
En la página web de Online Colleges han facilitado una lista de 50 buscadores para encontrar libros de todo tipo. Desde los que ya se han especializado en el formato digital, hasta libros raros, compra-venta, comunidades de lectores y reseñas, bibliotecas, etc. Una lista muy útil que permite a cualquier lector un rápido acceso a lo que está buscando.
Una biblioteca digital es una biblioteca en que una proporción significante de los recursos de información se encuentran disponibles en el formato digital (pdf, doc, etc. o microforma), accesible por medio de las computadoras. Es importante considerar que en el concepto de biblioteca digital está presente el efecto de la integración de la informática y las comunicaciones cuyo exponente esencial es Internet. Para hablar de una biblioteca digital es necesario que las fuentes de información estén disponibles de alguna manera y su acceso sea ubicuo, es decir, no importe dónde residan físicamente ni quién se encargó específicamente de su procesamiento y almacenamiento.
En sentido restringido, la documentación como ciencia documental se podría definir (a grandes rasgos) como la ciencia del procesamiento de la información. Integradora y globalizadora, se trata de una ciencia enriquecedora y generalista, de ámbito multidisciplinar o interdisciplinar. La ciencias de la documentación engloban, según la mayoría de los autores: la biblioteconomía, la archivística, la documentación y la museología.
Desde hace unos años los repositorios digitales se han convertido en un tema de mucha importancia y el concepto es del mismo es muy amplio, podríamos definirlo como un depósito o archivo de un sitio web centralizado donde se almacena y mantiene información digital, habitualmente bases de datos o carpetas informáticas. Cualquier contenido digital, una imagen, un documento Word o Excel, un documento digitalizado, un libro electrónico, una página html, etc. forman parte del “repositorio digital” de una organización. Pueden contener los archivos en su servidor o referenciar desde su web al alojamiento originario.
Imaginemos el modelo de la biblioteca inserta en la sociedad futura. El azaroso sino bibliotecario no debe desdeñarse. Toda disciplina que se define como tal y que posee su propio corpus epistemológico del saber en el cual se especializa, jamás deja de pensar en el devenir. Es más, en cierta forma, aunque parezca arbitrario y paradójico, aquello que pensamos de nuestro destino como profesión condiciona el presente del quehacer cotidiano. En la actividad del hoy encriptamos, consciente o inconscientemente, esa cápsula del tiempo imprevisible que aparecerá, de una o de otra forma, en la eventualidad condicionada de lo que vendrá.
Las Bibliotecas Virtuales, que están creándose cada vez en mayor número, son similares a las tradicionales Bibliotecas, pero los libros no se encuentran realizados en papel sino en otro soporte, en formatos de textos digitalizados, ya sea en uno u otro programa, con claves o sin claves, y algunos imprimibles, mientras que otros no dan esa opción.
La Web 2.0, con sus aplicaciones y servicios, posibilitó interconexiones sociales que, hasta hace pocos años, solo se daban en historias de ciencia ficción. La Folcsonomía es una de estas interconexiones y se relaciona directamente con dos conceptos que la posibilitan: Marcadores sociales y Etiquetado. El concepto de Folcsonomía, novedoso y complejo, difícil de precisar y definir, únicamente se da cuando confluyen el uso de aplicaciones de marcadores sociales y la actividad de etiquetado por parte de los usuarios de Internet. Por lo tanto, para entenderla debemos tener claridad en lo referente a cada uno de sus dos componentes.
Tradicionalmente las bibliotecas se caracterizan como el medio más importante de conservar el saber colectivo, representando una especie de cerebro universal que posibilita recuperar lo que olvidamos y lo que aún no sabemos (Eco, 2003, p. 1). Tal afirmación destaca el papel que las bibliotecas siempre ejercieron en la historia de la humanidad, en su constante búsqueda para atender las necesidades informacionales de cada periodo de la historia. A lo largo de los últimos años, el aumento exponencial del volumen de informaciones y las especificidades inherentes a los contenidos digitales han ocasionado grandes impactos en lo que hay de más concreto y significante en las bibliotecas: los acervos; antes formados solamente por objetos táctiles y ahora constituidos también por documentos almacenados en formato digital.
Los lectores empiezan a tener cada vez más presencia en las redes sociales especializadas para la lectura. Ya existen multitud de plataformas en todo el mundo como Library Thing, Goodreads, Spinebreakers o aquí la recién llegada Entrelectores. Se está demostrando cómo este tipo de redes pueden ayudar a incrementar la visibilidad de un libro.
Cuando en 1934, el belga Paul Otlet, publicó su obra titulada "Tratado de la Documentación", enunció las bases de lo que posteriormente se constituiría en una ciencia integradora. El término documentación designaba la actividad específica de recolectar, conservar, buscar y diseminar documentos. La documentación presentaba particularidades específicas que la diferenciaban de la bibliotecología y la bibliografía. Entre sus rasgos más importantes, se hallaban la capacidad de reflejar con rapidez las nuevas informaciones y agrupar las que estaban dispersas, facilitar el acceso a ellas y posibilitar su uso eficaz mediante el empleo de índices, la oferta de resúmenes con valor agregado y el empleo de las nuevas tecnologías en la búsqueda de nuevas bases del conocimiento, la organización y el almacenamiento de la información.
La Bibliominerìa puede describirse como una disciplina que combina técnicas de la Estadística, la Bibliometría y de la Minería de Datos para la elaboración de informes que permitan extraer nueva información o conocimiento sobre los patrones de uso de los sistemas bibliotecarios. Una de las diferencias entre la Bibliometría y la Bibliominería es que la primera estudia patrones de citación entre autores, mientras que la segunda extrae patrones de uso por parte de los usuarios de una colección. Implica una serie de pasos como determinación de áreas a trabajar, identificación de fuentes, almacenamiento de datos y extracción de patrones La minería de datos o Data Mining es un conjunto de técnicas que consisten en la extracción no trivial de información que existe de manera implícita en grandes volúmenes de datos.
El vocablo bibliografía, del griego biblion-libro, graphein-escribir, significó en su origen (siglo III d.c.) el arte y oficio de los copistas. El repertorio, en forma impresa, apareció hacia 1494, pocos años después que la tipografía, pero su origen en forma de manuscrito es mucho más antiguo.
Ya en 1978 se postulaba la idea de que el proceso documental en general, y en concreto como objeto de estudio de la Documentación a nivel general, sólo podía ser en sí mismo objeto de estudio especulativo y sólo obtenía un nivel operativo cuando era determinado o calificado por los rasgos de una disciplina o actividad concreta con ello, sentábamos las bases para proponer dos nuevos conceptos resultantes de la reflexión anterior. De un lado, el denominado nivel de especificidad de la ciencia documental cuando ésta se ponía al servicio de la producción y transmisión de nuevos conocimientos científicos y, de otro lado, el nivel de aplicación, cuando la disciplina documental era instrumento para la mayor eficacia de una actividad en el medio social.
Sin ningún género de dudas se puede afirmar que las bibliotecas están siendo uno de los motores fundamentales de impulso del libro electrónico en aquellos países que antes han iniciado la carrera digital del libro electrónico, y han sido muchas las bibliotecas que han respondido positiva y rápidamente a este cambio de expectativas. Uno de los factores clave es la evidencia de un crecimiento exponencial en los hábitos y actitudes de lectura en dispositivos electrónicos móviles, convirtiéndose de este modo las pantallas en interfaces privilegiadas de lectura y aprendizaje [Shen 2011]; junto a nuevos entornos de aprendizaje apoyados en la tecnología, a través de sistemas de e-learning en los que las nuevas tecnologías convierten a la biblioteca en uno de los ejes de consulta de los usuarios, en los que cobra cada vez más importancia la disponibilidad, flexibilidad y movilidad de la información a través de conexiones, redes e intercambios como elementos esenciales del sistema de aprendizaje.
Las bibliotecas públicas se enfrentan a un duro desafío en estos momentos. La gente lee menos libros físicos – de largo la primera necesidad de las bibliotecas – pero todavía dependen de la biblioteca para obtener información. Paul Vogel, presidente de soluciones digitales del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS), dijo recientemente que el USPS es en el negocio del mensaje, no el negocio electrónico. Siguiendo esa línea de pensamiento, las bibliotecas están en el negocio de la información, no en el negocio de los libros.
En este amplio mundo del conocimiento me he encontrado el tema de la historia del ebook del libro que escribió Marie Lebert y traducido por Anna Álvarez, y me pareció interesante por esa razón quiero compartir en forma resumida algunos aspectos sobresalientes del mismo con todos mis lectores. El libro ha cambiado mucho desde 1971. El libro impreso tiene cinco siglos y medio de edad. El libro digital casi tiene 40. Nace con el Proyecto Gutenberg, creado en julio de 1971 por Michael Hart con el fin de distribuir gratuitamente las obras del dominio público por vía electrónica. Pero habrá que esperar hasta el advenimiento de la web y del primer navegador para que el Proyecto Gutenberg encuentre su velocidad de crucero. Señal de los tiempos que corren, en noviembre del año 2000, la British Library pone en línea la versión digital de la Biblia de Gutenberg, el primer libro impreso. Aquella Biblia – datada de 1454 o 1455 –, fue impresa por Gutenberg en 180 ejemplares en su taller de Maguncia, en Alemania.